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Pilar Amaku, Autora del blog El Amaku

Aun en la soledad y en la tercera edad, cada día hay Razones Para Sonreír. Encuentra la tuya y contagia a los que te rodean:

1. Siempre hay alguien que te quiere.

Un familiar, una vecina, un compañero de habitación, un voluntario de alguna asociación que te visita cada semana… Y que cuando lo ves, cuando te llama o cuando tienes noticias suyas, una inmensa felicidad recorre tu cuerpo.

Amigos de los mayores, personas que te quieren cuando te sientes solo o sola.

2. Respirar aire del campo o del parque.

Porque huele a verde, a vida y parece que con solo tomar una bocanada de aire te llenas de energía para los próximos días. Rodeados de vida la gente siempre es mejor, sonríe más y es más amable.

3. Levantar las persianas y descubrir que hoy sale el sol.

Y que puedes salir de paseo y disfrutar viendo pasear a la gente, cómo se besan dos jóvenes enamorados y transportarte a cuando tú tenías su edad y surgió tu primer beso, conocer a alguien como tú que está disfrutando estos momentos y comenzar una amistad nueva…

4. Levantar las persianas y descubrir que es un día gris y lluvioso.

Un día perfecto para juntarse con las amigas y tomar un poco de té mientras tenéis largas charlas en el calor del salón, ver tu película favorita en el sofá de tu casa, tapado con la manta mientras fuera diluvia o quedar con los amigos y jugar al dominó, siempre sin prisa, pues nadie va a ir a ningún lado, ¡hace un día de perros!

Recuerda que, como decía Platón: “La vida debe vivirse como un juego”

5. Estar lleno de sabiduría.

Porque tienes una anécdota para cada momento de la vida, para cada situación. Has vivido todo tipo de experiencias, momentos buenos y malos y todos te han enseñado algo. Podríais llenar un libro con tantas vivencias. Cuando te piden ayuda tienes el consejo adecuado para cada problema, tienes la solución que los jóvenes no encuentran.

6. Sabes que “nunca llueve eternamente”.

Que los problemas pasan y eso te hace ver las cosas de una manera más tranquila, más feliz, porque por muy grave que sea el problema, siempre hay una solución aceptable.

7. Escuchar música.

Música que te evoque recuerdos positivos, emotivos… Dejarte llevar, bailar, soñar… La música tiene el poder de transportarnos al pasado, a momentos de nuestra vida concretos y hacernos sentir las mismas sensaciones que teníamos entonces, son momentos mágicos.

 

8. Darte cuenta de que hay personas que quieren cambiar el mundo.

Y que quieren hacerlo mejor, que se preocupan del medio ambiente, de reciclar, que se preocupan de los mayores, de los dependientes, de proteger a los niños, de cuidar nuestra salud, de luchar por nuestros derechos… Que aunque en el mundo hay personas indefensas, que sufren injusticias, cada día hay más personas que luchan para que esto no ocurra. Y que poco a poco lo consiguen.

 

9. Cuando alguien te sonríe.

Porque la sonrisa es una de las cosas más contagiosas que existe, y si alguien te sonríe produce en ti una sonrisa, por el mismo motivo, si tú sonríes la gente te devolverá sonrisas.

 

10. Estar vivo, estar viva.

Porque a pesar de los achaques de la edad, sigues adelante, porque puedes seguir disfrutando de cada momento, porque tienes una nueva oportunidad para mirar con otros ojos y sonreír, estás vivo, estás viva y puedes seguir disfrutando de las personas de tu alrededor, que puedes disfrutar un día más de todo lo que te rodea.