5 técnicas para facilitar la consecución de rutinas en las AVD de un enfermo de Alzheimer

Eva Martínez

Autora del portal El Taller de mis Memorias

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Como comentábamos en el post  “5 pautas que favorecen la rutina del enfermo de Alzheimer“, es importante que permitamos que nuestro familiar realice las actividades por sí solo, prestándole la menor ayuda posible. Ésta ha de darse gradualmente, ya que corremos el riesgo de inutilizar a la persona y hacerle más dependiente antes de tiempo si no lo hacemos de este modo.

Antes de proporcionar estas técnicas para facilitar las actividades de la vida diaria, debemos tener en cuenta una serie de aspectos de la persona enferma. Tenemos que valorar cuáles son las dificultades que pueden aparecer durante su consecución o por qué no se pueden llevar a cabo.

Por ejemplo, debemos tener en cuenta el estado físico de la persona: si tiene dificultad de movimiento, alguna herida que le moleste y dificulte la actividad.

• Problemas de salud. Por ejemplo, una infección urinaria puede hacer que la persona esté más irascible y por tanto menos colaboradora.

• Medicación. A veces, la medicación que esté tomando en ese momento puede hacer que la persona esté más dormida o menos atenta.

• Entorno. La disposición del mobiliario puede dificultar la realización de dichas actividades

• Grado de la enfermedad. Dependiendo de las funciones que mantenga, la persona va a poder realizar un tipo de actividad u otra y la necesidad de ayuda será diferente.

• Estado anímico. Si la persona no se encuentra motivada y no confía en sí misma para su consecución, será más complicado llevarla a cabo.

La realización de determinadas acciones durante repetidas veces conseguirá que la persona aprenda mejor dichos movimientos para que llegue a realizarlos sin necesidad de pensar lo que está haciendo o, en el caso del Alzheimer, la repetición de estas actividades de manera rutinaria permitirá que la persona las olvide más tardíamente y así sea lo más autónoma posible durante más tiempo.

Así pues, teniendo en cuenta estas premisas, enumeramos las 5 técnicas para facilitar la consecución de rutinas: