Si echamos la vista atrás podemos darnos cuenta muy fácilmente de lo que ha cambiado la vida. No hace falta preguntar a nuestros bisabuelos, basta con mantener una pequeña conversación con nuestros padres para tomar conciencia de que sus vivencias en la infancia y la juventud poco tienen que ver con las de los niños y jóvenes de ahora.
Actividades de ocio, costumbres, oficios, desarrollo cultural y tecnológico…
El cambio ha sido global. Pero hoy, 8 de Septiembre, vamos a abordar los cambios en cuanto a la alfabetización.
Antaño había escasas oportunidades para que nuestros padres y abuelos estudiaran. El coste de los estudios y sobre todo la necesidad del trabajo en casa y en el campo, hacían de la alfabetización un lujo para mayores de 15 años.
Muchos de ellos no han tenido la oportunidad de conocer muchas cosas que nosotros las creemos obvias. Han tenido que sacrificarlo por sacar adelante a su familia. En cambio podemos decir que su sabiduría supera muchas veces todo esto. Las circunstancias de vida les han enseñado cosas que no se enseñan en la escuela y eso es algo que deben saber y valorar.
Desde Centro Virtual sobre el Envejecimiento dedicamos esta entrada a ellos; a aquellos que no han tenido la oportunidad decirles que nunca es tarde. A aquellos que no pudieron pero se desafiaron a sí mismos decirles ¡enhorabuena! Y a aquellos que han tenido la suerte de instruirse desde pequeños, que lo valoren, porque nuestros antepasados envidiarían esa oportunidad.
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