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La Organización Mundial de la Salud ha publicado en su portal web una galería de “Hechos sobre el envejecimiento y el ciclo de vida” que traducimos y reproducimos a continuación.

Hoy en día, por primera vez en la historia, la mayoría de las personas tienen una esperanza de vida de 60 años o más. Una vida más larga representa una importante oportunidad, no solo para las personas mayores y sus familias, si no también para las sociedad en su conjunto. Más años aportan la oportunidad de realizar nuevas actividades como continuar con los estudios o una pasión descuidada durante algún tiempo, mientras se continúa aportando valor a la familia y la comunidad. Sin embargo, que estas oportunidades se conviertan en realidad depende de un factor importante: la salud.

1.- La población mundial está envejeciendo rápidamente

Entre 2015 y 2050, la proporción de la población mundial con más de 60 años de edad pasará de 900 millones hasta 2000 millones, lo que representa un aumento del 12% al 22%.

El envejecimiento de la población es más rápido en la actualidad que en años precedentes. Para poner un ejemplo: Francia dispuso de casi 150 años para adaptarse a un incremento del 10% al 20% en la proporción de la población mayor de 60 años, mientras que países como Brasil, China y la India deberán hacerlo en poco más de 20 años.

2.- No disponemos de pruebas que indiquen que las personas de edad gocen actualmente de mejor salud que la que tuvieron sus padres.

Es posible que la proporción de personas mayores de los países de altos ingresos que necesitan ayuda para realizar actividades básicas como la comida y el aseo haya disminuido ligeramente en los últimos 30 años, pero la prevalencia de las limitaciones menos graves de la funcionalidad es prácticamente la misma.

3.- Los principales problemas de salud que afectan a las personas de edad son las enfermedades no transmisibles

Las personas de edad que viven en países de ingresos bajos y medianos soportan una carga de morbilidad más elevada que las que viven en países ricos.

Con independencia del lugar donde viven, las principales causas de muerte en los ancianos son las cardiopatías, el accidente cerebrovascular (ictus) y las neumopatías crónica. En cuanto a las causas de discapacidad, son fundamentalmente el deterioro sensorial (principalmente en los países de ingresos bajos y medios bajos), el dolor en el cuello y la espalda, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (sobre todo en los países de ingresos bajos y medios), los trastornos depresivos, las caídas, la diabetes, la demencia y la artrosis.

4.- Las condiciones de salud son distintas para cada persona de edad

El envejecimiento biológico no siempre se corresponde con los años. Algunos octogenarios tienen unas facultades físicas y psíquicas que nada tienen que envidiar a las de muchos veinteañeros, mientras que otras personas sufren un deterioro a edades mucho más tempranas.

5.- La salud en la vejez no es una cuestión de azar

Aunque algunas variaciones que se observan en la salud de las personas mayores reflejan su herencia genética, la mayor parte se debe a su entorno físico y social puesto que, además, este entorno determina sus posibilidades de desarrollarse y sus hábitos de salud. No debe olvidarse que estos factores influyen en el envejecimiento desde la infancia: un anciano nacido en un entorno desfavorecido tiene más propensión a presentar problemas de salud y, probablemente, menos acceso a los servicios y la asistencia que pueda necesitar.

6.- En la actualidad, podría haber más discriminación por razones de edad que por el sexo o la raza.

La discriminación contra las personas de edad avanzada no solo les afecta a ellas, sino que también ocasiona graves consecuencias para la sociedad en general.

Las distintas manifestaciones de esta discriminación, ya sean prejuicios, actitudes, prácticas o políticas, perpetúan estas creencias desvalorizantes y pueden dificultar la adopción de políticas más racionales y menoscabar la calidad de la atención sanitaria y social que se presta a las personas mayores.

7.- Para aplicar medidas integrales de salud pública deberemos replantear por completo nuestra concepción de la salud en la vejez

En la edad avanzada, la salud no debe definirse solamente como la ausencia de enfermedad. Todos los adultos mayores pueden gozar de buena salud y continuar realizando todas las actividades que les interesan.

A menudo, el gasto social y sanitario dedicado a los ancianos se considera un costo para la sociedad cuando, en realidad, debe entenderse como una inversión que permite ofrecerles la oportunidad de seguir realizando numerosas contribuciones positivas.

8.- Los sistemas de salud deben adaptarse a las necesidades de la población de más edad

Los sistemas de salud de la mayoría de los países no están bien preparados para hacer frente a las necesidades de estas personas, que suelen padecer varias enfermedades crónicas y síndromes geriátricos. Es preciso que los sistemas brinden servicios integrados y específicos para los ancianos que les ayuden a conservar sus facultades.

9.- En el siglo XXI, todos los países deben disponer de sistemas integrales de atención crónica

Algunos países deben partir prácticamente desde cero para establecer estos sistemas, mientras que otros deben reformular sus servicios de atención crónica a fin de que dejen de ser una mera red de protección para los más vulnerables y se transformen en sistemas que mejoren en lo posible la capacidad funcional de las personas mayores y les permitan vivir con autonomía y dignidad.

Se prevé que en 2050 se habrá cuadruplicado el número de ancianos que necesitarán ayuda para realizar sus actividades cotidianas.

10.- Todos los sectores y sectores gubernamentales deben comprometerse para que los mayores gocen de buena salud

Algunas medidas intersectoriales que pueden adaptarse son el establecimiento de programas y políticas que amplíen las opciones de vivienda disponibles, la adaptación de los edificios y los medios de transporte, el fomento de la diversidad de edades en el trabajo y la puesta en marcha de programas de protección para evitar que los ancianos se encuentren en situaciones de pobreza.
Además, para seguir realizando progresos que les permitan vivir en buenas condiciones de salud necesitaremos profundizar nuestro conocimiento de diversas cuestiones y tendencias relativas al envejecimiento.