Las personas que padecen Alzheimer, poco a poco y a medida que la enfermedad avanza, van perdiendo conexión con todo aquello que les rodea. La percepción se ve alterada y también minimizada, con el añadido de posibles déficits sensoriales debidos a la edad. Todo ello se pone de manifiesto en el día a día, dando la sensación de estar “en otro mundo”, parece que no oyen, les cuesta reaccionar ante estímulos, parecen estar encerrados en sí mismos, en un mundo vacío o lleno de contrariedades y confusión.
Nosotros, al observar esta desconexión, en ocasiones no podemos evitar comportarnos como si ellos no estuvieran. Haciendo comentarios sobre lo mal que han comido o dormido, el “bajón” que han pegado, lo cansados que estamos de la carga que supone ser cuidador…
Ante etapas avanzadas de Alzheimer, si nos esforzamos por mantener una estimulación cognitiva con el fin de mantenerles anclados a la realidad, y confiando en que les llega y es beneficioso para ellos, sería contradictorio si a su vez emitimos este tipo de mensajes en su presencia creyendo que no son conscientes y por lo tanto no pueden afectarles.
Para evitar todo esto solo es necesario un poco de orden y responsabilidad.
• Procurar evitar hacer comentarios referentes al enfermo cuando esté presente y hablar como si no estuviera.
• Aplazar el tema de conversación a otro momento en el cual se pueda hablar abiertamente sin correr el riesgo de que escuchen.
• Si se hace algún tipo de comentario en presencia del paciente, que sea de carácter positivo, intercalándolo con comentarios dirigidos a ellos directamente. Todo ello con las debidas condiciones; contacto físico y ocular, mensajes claros y sencillos.
Las personas mayores con Alzheimer, como se apuntaba antes, es posible que adquieran el mensaje que perciben de manera distorsionada, por lo que si se añade un carácter ambiguo e indirecto esto ocurrirá con mayor probabilidad, produciéndose como consecuencia la adquisición de emocionalidad negativa.
Siendo conscientes de la complejidad de las manifestaciones en sintomatología de los pacientes con Alzheimer y teniendo en cuenta que no podremos controlar la aparición de muchas conductas, deberemos tomar en serio aquellas otras que, con nuestra actitud o comportamiento, sí se puedan regular o evitar.
Aquí un vídeo con consejos sobre cómo dirigirse a los mayores con demencia.
Clara Díaz, Centro Virtual sobre el Envejecimiento
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