Clara Díaz, Psicóloga y autora del blog Serendipity
Ser autónomos es la condición indispensable para sentir Libertad. La sensación de obtener logros por nosotros mismos alimenta nuestra autoestima, autorrealización y satisfacción personal. Son precisamente las personas que carecen de esa autonomía las que mayor conciencia toman sobre este asunto. Y es aquí donde el dicho “no valoras lo que tienes hasta que lo pierdes” tiene un peso importante.
Cuando somos pequeños necesitamos avanzar y aprender cosas nuevas para cada vez ser más autónomos y desarrollarnos como personas. En la adolescencia existe una necesidad imperiosa por hacer aquellas cosas propias de adultos, lo que se traduce en una vez más el deseo de ser autónomo, dueño de tus pensamientos y de tus actos. Las personas adultas ya son conocedoras de esta sensación, y en ocasiones se olvidan de la importancia de haberlo conseguido, haciendo caso omiso a las recomendaciones para prolongarlo durante muchos años. Es en la vejez o cuando surgen problemas de salud cuando volvemos a tomar conciencia de la importancia de ser una persona autónoma.
La dependencia encadena, frustra, provoca ansiedad y depresión y afecta gravemente a nuestra autoestima, ya que nuestra mente interpreta que no somos capaces de valernos por nosotros mismos atacando gravemente nuestro autoconcepto.
Pueden ocurrir infinidad de sucesos que nos arrebaten nuestra libertad y autonomía sin poder hacer nada al respecto, no obstante la clave para afrontar una vida siendo agente y partícipe es el Envejecimiento Activo. Mantente activo física y mentalmente, lleva una alimentación y hábitos saludables, mantén tu red social e incluso amplíala y lucha por aprender cosas nuevas para poder adaptarte a los cambios
Como he apuntado antes, la autonomía nos da libertad, y ésta, calidad de vida.
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