Los cuidadores informales de las personas mayores, especialmente de aquellos que se encuentran afectados por alguna de las diferentes manifestaciones de la demencia como el Alzheimer o el Parkinson, están sometidos a una intensa presión que afecta a su salud física y mental. Si bien los cuidadores resultan fundamentales para garantizar el bienestar de la persona mayor con demencia, es igualmente necesario garantizar el bienestar de los propios cuidadores.