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El verano es probablemente la época esperada por la mayoría de la gente. Calor, vacaciones, fiestas, playa, actividades… Es lógico pensar que durante esta época disfrutamos más de los días. No obstante, el verano supone un periodo crítico para las personas mayores por varias razones. El calor afecta de manera especial a las personas mayores. Son más vulnerables a las temperaturas extremas y podrían sufrir un golpe de calor. 
 
El propio envejecimiento fisiológico que se caracteriza por una dificultad-lentitud del riñón para retener el sodio necesario y el aumento del umbral de la sed, que les hace necesitar un estimulo mucho mayor para sentir la necesidad de líquidos, incrementa en gran medida el riesgo de sufrir deshidratación. «Si a esto añadimos que la mayoría de los pacientes hipertensos reciben un tratamiento con fármacos diuréticos y, además, restringen enormemente su consumo de sal, la probabilidad de sufrir deshidratación es mucho mayor», explica el doctor Juan F. Macías, profesor titular de la Facultad de Medicina de la Universidad de Salamanca y miembro de la Sociedad Española de Hipertensión y Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-LELHA). Todo ello hace que se deban extremar las precauciones a la hora de combatir los efectos de las altas temperaturas.
 
  • Permanecer en lugares frescos aunque evitando los aclimatados con aire acondicionado, ya que esto podría también producir una afección respiratoria.
  • Administrar agua de manera frecuente sin esperar a que la pida.
  • Favorecer una alimentación a base de frutas y verduras y reducir el consumo de proteínas. Realizar comidas más veces al día pero con menores cantidades.
  • Evitar la exposición al sol en horario crítico (11 a 17 horas) y hacerlo con cremas protectoras potentes y renovando de manera frecuente. Utilizar sombreros para cubrir la cabeza y utilizar ropa ligera y de colores claros.
  • Controlar presión arterial e hinchazón de piernas y tobillos.
  • Por otro lado, durante el periodo estival es cuando más viajes y salidas se hacen por motivos de ocio. Hay personas mayores que no viajan por problemas de salud, medios y recursos o por que se encuentran solas. Ello hace a su vez que se encuentren más aisladas por que sus allegados se encuentran fuera. Ante esto se recomienda:
  • Realizar visitas periódicas para realizar acompañamiento y supervisar hábitos saludables.
  • Realizar llamadas telefónicas diarias si se encuentra fuera.
  • Encargarse de preparar un plan de entretenimiento, donde se busquen manualidades, películas de interés, horario de programas televisivos, etc…
  • Buscar centros sociales o de día donde realicen actividades.
  • Pedir a un allegado que realice visitas al domicilio del mayor si se van a estar varios días fuera.
 
Mi familiar tiene demencia ¿debo llevarlo conmigo de vacaciones?
Ante esta situación se deberá tener muy en cuenta que cualquier tipo de cambio en la rutina podría afrontarse de manera inadecuadamente por parte del enfermo. Es posible que se desorienten y no comprendan tales cambios, reaccionen agresivamente o con nerviosismo realizando preguntas periódicas. Si quiere llevar a su familiar unos días de viaje tenga en cuenta que esto podría ocurrir. Para minimizar la confusión se podría:
 
  • Atender a cualquier tipo de pregunta ante los cambios de rutina que se están produciendo. Mostrarse paciente.
  • Preparar el cambio con información de diversos tipos. Verbal (con explicaciones sobre dónde, cuándo y cuánto tiempo se marchan), con apoyos visuales (utilizando calendarios, mapas y fotografías de ambos lugares, el actual y al que se dirigen).
  • Adaptar el nuevo lugar al que se dirigen con carteles que indiquen dónde se encuentra (baño, dormitorio, salida a la calle…). El mayor podría tener dificultades para adaptarse a la nueva distribución de la casa.
  • Mantener al mayor ocupado con cualquier tipo de actividad. A ser posible combinar ejercicios de ocio y motores con otros que estimulen sus capacidades.
  • Si el viaje se realiza en coche, realizar pausas siempre que sea necesario.
Estos son algunos consejos para que la época estival sea un periodo donde todos, sin importar la edad, puedan disfrutar y se prevenga de posibles complicaciones debido al extremo de las temperaturas. 
 
Clara Díaz, Centro Virtual sobre el Envejecimiento