Existe la idea, en algunas personas e incluso para algunos profesionales sanitarios, de que la depresión es un hecho normal en el proceso de envejecimiento del ser humano. Con los conocimientos disponibles, al menos en el momento actual, dicha afirmación no puede considerarse adecuada. La depresión no es una inevitable consecuencia de las pérdidas y cambios que acontecen en esta etapa de la vida, sobre todo, si la depresión continúa más allá de los 2 meses de haberse producido, por ejemplo, la pérdida de un ser querido. Es la causa más frecuente de sufrimiento emocional en el grupo de gente mayor, lo cual condiciona una disminución significativa de la calidad de vida en este colectivo
Guía de práctica clínica, fruto de una iniciativa de la Fundación Biblioteca Josep Laporte, el Col·legi Oficial de Metges de Barcelona y la Universitat Autónoma de Barcelona, que cuenta con la colaboración del Grup de la Gent Gran de la Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria y la Sociedad Catalana-Balear de Geriatría y Gerontología, y con el patrocinio del Merck Institute of Aging and Heath.
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