
El entorno físico ha ido tomando posiciones como uno de los principales enfoques no farmacológicos para el cuidado de las personas que viven con demencia o con otros procesos causantes de dependencia. En las dos últimas décadas se ha demostrado que existe una relación directa entre temas como la territorialidad, la privacidad, la personalización, los estímulos ambientales, los jardines terapéuticos y la mejora de la calidad de vida de las personas con dependencia, con especial atención a las demencias. El objetivo de este encuentro fue orientar a los familiares y profesionales que cuidan a las personas mayores sobre cómo el entorno físico y un diseño adecuado, puede ayudar a las personas dependientes, cubriendo sus necesidades para mejorar su calidad de vida tanto en residencias, como en el hogar y en otros lugares de cuidado.
El programa se dividió en cinco sesiones:
Sesión I: Entorno, hábitat y personas mayores | Esta sesión estudió la serie de cambios y transformaciones que ocurren en el proceso del envejecimiento en las estructuras cerebrales y funcionamiento, con el propósito de demostrar cómo el entorno físico debe de adaptarse para responder adecuadamente a las necesidades que este proceso incita. Se realizó una aproximación al diseño universal, una paradigma creado por Ron Mace y definido como “el diseño de productos y entornos para ser utilizable por todas las personas, en la mayor medida posible, sin la necesidad de adaptación ni diseño especializado” en el contexto del envejecimiento donde los ámbitos de la visión, la audición, el control motor y la cognición se ven afectados, además de las etapas y síntomas del déficit cognitivo, la comunicación con el entorno, el impacto positivo que puede tener un entorno físico adecuado en compensar las discapacidades de las personas mayores y las que padecen algún tipo de demencia o enfermedad degenerativa. |
Sesión II: Presentación de un caso internacional de excelencia | En esta sesión se presentó una de las iniciativas más innovadoras del sector del diseño para el envejecimiento, y particularmente para personas con la enfermedad de Alzheimer. El “Centro Virtual de Atención”, lanzado el pasado mes de abril por el Dementia Services Development Centre de la Universidad de Stirling, Reino Unido, nace para demostrar las distintas maneras en las que el diseño del entorno físico puede compensar las discapacidades que conlleva esta enfermedad en ámbitos como la visión, la audición, el control motor y la cognición. Se mostraron los siete espacios virtuales, cada uno con sus diseño ‘amable a las demencias’ y con su oferta de recomendaciones y buenas prácticas. Este proyecto fue patrocinado por el Nominet Trust y diseñado por los arquitectos Burnett Pollock Associates. |
Sesión III: Diseño para todos: Espacios interiores y productos de apoyo | La vulnerabilidad que sienten las personas mayores cuando se enfrentan al cambio en sus condiciones de vida, (Ej. Ingresarse en una residencia o centro de atención) muchas veces se debe a la dependencia en las pistas ambientales de su entorno habitual como por ejemplo, los objetos familiares o vistas que les ayuda a orientarse. La carencia del sentido de hogar puede tener efectos devastadores en su calidad de vida por lo que esta sesión persigue analizar las prácticas y métodos que los centros de atención pueden integrar en el día a día para adecuar los espacios privados y comunes a las necesidades de las personas dependientes a través del diseño de interiores y los productos de apoyo. Para ello, se analizó la importancia de la privacidad para las personas mayores, un valor que asocian con la libertad y el otorgamiento de poder (empowerment), los beneficios de la personalización del espacio, la adaptación hogareña de los centros de atención, y cómo los espacios comunes pueden fomentar la interacción social, mantener la función física y cognitiva, facilitar una sensación de seguridad y bienestar, y que respondan a las necesidades de las personas mayores a medida que evolucione el proceso del envejecimiento o enfermedad neurodegenerativa. |
Sesión IV: Diseño para todos: Espacios exteriores | Esta sesión persiguió demonstrar la importancia de los espacios exteriores para las personas mayores y las que padecen algún tipo de patología asociada. Estar al aire libre y disfrutar de la luz natural, las plantas y la naturaleza no solo sirve de actividad de estimulación cognitiva sino puede aliviar el estrés, aumenta los niveles de la vitamina D (algo fundamental para la salud de los huesos y músculos), puede ayudar a regular el ritmo circadiano:, y en general, aporta beneficios para la salud física y mental. Se presentó una serie de casos reales que mostraban de qué manera se puede crear un espacio exterior terapéutico y seguro, donde se puedan realizar diversas actividades como la jardinería, cuido de animales, etc. |
Sesión V: Mesa redonda - “Ciudades amigables con el envejecimiento: ¿utopía o realidad? | Retos y requisitos para concretar una respuesta necesaria. En esta mesa, que contó con la presencia de distintos profesionales actores en este asunto, se debatian cuáles son los requisitos y retos principales a los que se enfrentan los actores de la arquitectura y diseño urbano en una sociedad envejecida, con el objetivo de determinar la posibilidad de crear ciudades que fomenten la accesibilidad, la interacción social y una mayor integración en la sociedad de las personas mayores y aquellas que padecen una patología asociada. El moderador propuso que los participantes de la mesa redonda reflexión sobre las siguientes preguntas: “Ciudades amigables con el envejecimiento: ¿utopía o realidad? Retos y requisitos para concretar una respuesta necesaria. 1. Diseño para la longevidad: ¿por qué considerar las demencias en el diseño urbano? 2. El entorno y la calidad de vida: ¿cuáles son los requisitos de diseño que hay que considerar para crear un entorno amigable con el envejecimiento? 3. ¿Cuál es el reto principal al que se enfrentan los actores de la arquitectura y diseño urbano en una sociedad envejecida? 4. ¿Qué beneficios aportan las ciudades amigables con el envejecimiento? 5. Ciudades amigables con el envejecimiento: ¿utopía o realidad? |
La sesión se inició a las 9.30 horas del día 22 de mayo de 2012 en la sede de la Fundación de la Universidad de Salamanca, en adelante FGUSAL, abriendo el Encuentro el Director-Gerente de la FGUSAL, profesor Alejandro Esteller. El Director hizo una presentación del programa “Ciclo de encuentros 2012” en el marco de desarrollo del Programa de Cooperación transfronteriza España-Portugal; señalando que el Encuentro que se iniciaba era un eslabón más dentro de las distintas actividades programadas en el proyecto “Espacio Transfronterizo sobre el Envejecimiento”, iniciativa aprobada dentro del Programa de Cooperación Transfronteriza España-Portugal 2007-2013 (POCTEP) del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).
A continuación tomó la palabra el moderador, coordinador del Programa, para una presentación inicial de los participantes en el Encuentro y para establecer el grupo de personas mayores a los que se destinarán las aportaciones de los ponentes, abarcando en su conjunto a las personas mayores, pero haciendo insistencia en aquellas que presentan distintos grados de dependencia por distintas patologías, de las cuales la demencia es la de mayor frecuencia. Señaló el moderador que en el Seminario anterior ya se había dedicado una ponencia, aunque de manera muy general, a los aspectos de adaptaciones del hogar para personas con demencia; siendo el objeto del presente Seminario la profundización en el tema, con extensión a diseños urbanísticos y planificación de exteriores.
La primera ponencia corrió a cargo de Francesc Aragall i Clavé, Presidente de la Design For All Foundaction. Introdujo el concepto universal del “diseño para todos” y revisó las limitaciones que con mayor frecuencia presentan las personas mayores, limitaciones ligadas a un envejecimiento normal; para seguir con datos referidos a la realidad epidemiológica del envejecimiento. Señaló que solamente un 15% de las personas mayores tienen limitaciones discapacitantes, al tiempo que un espacio mal diseñado es per se discapacitante para un porcentaje mucho mayor de personas mayores. Los entornos, los productos de apoyo y los servicios deberían estar dotados de un diseño pensado para ser útil y para no ser “per se” lesivo. Ese diseño ha de ser diverso, seguro, saludable, funcional, comprensible y atractivo. Señaló Francesc Aragall numerosos ejemplos urbanos comunes, positivos y negativos, analizando las consecuencias positivas y negativas que acarrean. Desde los pavimentos táctiles, al transporte público accesible, pasando por el análisis de diversos elementos urbanos de señalización, o los mejores diseños en electrodomésticos y otros utensilios de uso cotidiano, se analizó una larga lista de ejemplos que refuerzan la importancia que un buen diseño tiene para hacer accesible y cómodo el día a día, tanto en domicilio como en la vía pública, en servicios públicos comunes como en lugares de esparcimiento y recreo. Por último, analizó y criticó la pluralidad, variedad y dispersión de la normativa que es de aplicación en las distintas Comunidades Autónomas en España, apelando a la próxima futura Directiva Europea que llegue para unificar criterios y normas de obligado cumplimiento.
La segunda sesión del Encuento se dictó por Annie Pollock, arquitecta y directora de diseño de paisajes en el “Dementia Services Development Centre” de la Universidad de Stirling, en el Reino Unido. Se trataba de explicar y analizar un caso internacional de excelencia en el tema del Encuentro, que sirviera de ejemplo y emulación a los participantes. En su presentación, Annie Pollock describió el edificio virtual diseñado en el año 2002 para la convivencia de personas con demencia, distribuyendo espacios en dos plantas además de los espacios exteriores comunes. El Centro de trabajo universitario consta además de espacios para la información y la formación de profesionales, usuarios y académicos interesados. Tiene una biblioteca y los espacios pertinentes para la iniciación a distintas líneas de investigación en diseño de espacios para personas con demencia y personas mayores, en general. Insistió la ponente en cómo son los la audición, la vista y la memoria las capacidades que más se resienten en el envejecimiento normal y cómo a la hora de plantear buenos diseños ha de tenerse muy en cuenta que deben ser de uso para los sentidos que aún no se han visto limitados. La reserva funcional debe ser la base para programar espacios cuando algunas capacidades están limitadas. Un buen diseño, además de facilitar accesibilidad ha de ser un elemento más para una terapia necesaria, tanto en la demencia como en estadios previos de tipo “deterioro cognitivo leve” o para el envejecimiento normal. La ponente también resaltó los datos epidemiológicos del Reino Unido referidos a envejecimiento y a demencia para los próximos 30 años. Insistió en cómo deberíamos crear entornos para la convivencia en Residencias de personas con demencia con algunas características necesarias: han de ser espacios “familiares”, que actualicen antigua vivencias, recuerdos o aficiones; han de ser fácilmente comunicables con espacios abiertos; han de ser fáciles de entender y transitar, sin ser complejos; han de estar dotados de letreros o señales que aumenten su mejor percepción; han de estar dotados de contrastes y de superficies facilitadores; con zonas privadas de recuerdos accesibles, disimulando puertas de escaso uso, con objetos decorativos indicativos de familia, pasado feliz o recuerdos personales, con fotos, con colores, con imágenes de mascotas o números; con pasillos anchos, no enfrentado las puertas de las habitaciones; sabiendo valorar pasamanos y zócalos; con valores lumínicos estudiados; puertas oscilo abatibles; además de elementos también “pensados” y no aleatorios para elementos del baño, de la cocina o de la sala de estar. Al concluir su presentación, la ponente comunicó alguna experiencia de evaluación de unas estancias como las comentadas en cuanto a funciones en personas con demencia, señalando que existe menor número de caídas, menos agresividad, más independencia, mejor consumo de alimentos, mayor participación con otras personas y todo ello sin un excesivo incremento de los costes de realización.
La tercera ponencia, denominada “espacios interiores y productos de apoyo” se desarrolló por Rama Gheerawo, Director Adjunto del Centro Helen Hamlyn de Diseño y responsable del Laboratorio de Investigación Age and Ability. Su pertenencia a un equipo del máximo prestigio mundial, como es la Royal College of Art de Londres, en el diseño de productos, tanto de elementos para la vida doméstica o de trabajo o descanso, como de distintos aparatos tecnológicos de uso cotidiano, hizo que su disertación se siguiera con enorme expectación. Comentó numerosos ejemplos de buen diseño que denominó “inclusivo”, o “participativo”, “universal”, “para todos” o “centrado en la persona”; en definitiva, el diseño universal es el diseño creado para una sonrisa; tanto desde los mejores para crear un buen mando a distancia para el televisor, o para el teléfono móvil que usará una persona mayor con presbicia e hipoacusia… El diseño inclusivo debe responder a necesidades y debe capturar emociones. Explicó distintas experiencias de cómo hace discapacitado a una persona sana el hecho de que no esté bien diseñada la megafonía en un aeropuerto o de que sea difícil, casi imposible, abrir un envase de alimento precocinado. Insistió el ponente en que un diseño bueno debe tener en cuenta las culturas y las situaciones actuales del individuo de modo personalizado. Debe hacerse el diseño para que sirva a las capacidades que la persona mayor o el demente aún conservan, aún tienen funcionantes. Por último puso numerosos ejemplos en cuanto a elementos cotidianos (vasos, platos, cubiertos, etc.) en lo referente a colores, texturas, formas, etc.; haciendo la petición de que los diseñadores de productos deben intercambiar sus experiencias, deben hablar entre ellos. Si no lo hacen así, se observa cómo no funciona la mesa en la que hace su comida un discapacitado en silla de ruedas. Deben hablar quienes diseñan aquella mesa para que sea compatible con aquella silla.
La primera sesión de la tarde, sobre “espacios exteriores” corrió a cargo de de dos expertas en diseños de jardines terapéuticos, paisajistas. Carmen Lasarte y Karin Palmlöf compartieron la ponencia en la que valoraron el efecto terapéutico para personas con demencia que tienen los jardines cuando están bien pensados, bien diseñados. Relataron su vasta experiencia a la hora de plantear adecuados estímulos auditivos, visuales y táctiles, además de apoyar la memoria antigua, la orientación temporal y espacial, al tiempo que facilitan la movilidad, las relaciones sociales o los espacios familiares. Por último, la posibilidad de incorporar un huerto permite estimular antiguas aficiones. Refirieron algunos jardines con estos beneficiosos resultados para personas con alzhéimer, ubicados en distintos lugares. Se refirió Carmen Lasarte al “jardín de la memoria”, de Portland, creado en el año 2002, haciendo una descripción de las bondades que presenta, en cuanto a su accesibilidad y visibilidad, la orientación o el tipo de su pavimentación; el diseño de sus asientos y hasta el estudio de las sombras y de espacios para distintas actividades lúdicas o de jardinería, siempre con vegetación segura. Otro jardín comentado fue el Reusspark, en Suiza del que se valoraron los positivos efectos en los dos centenares de pacientes con demencia que los frecuentan; hasta el punto de recibir la denominación de “un paseo seguro”. El jardín terapéutico del centro de la ciudad de Estocolmo, denominado “jardín de los sentidos” o “sinnenas trädgard” fue descrito por Karin Palmlöf. Está diseñado para el estímulo de los distintos sentidos del visitante y por supuesto, de las personas mayores que viven en la Residencia contigua. El jardín es accesible al público y cuenta con los elementos de diseño, de flora y también de fauna más adecuados; siempre con elementos accesibles y teniendo muy en cuenta la estacionalidad y el tipo de personas que lo frecuenta. Un estudio de los efectos positivos que el uso del jardín ha tenido en personas con demencia también fue comentado por Karin Palmlöf, con resultados beneficiosos en cuanto a valoraciones biológicas indicativas indirectas del estrés, como el cortisol en plasma, o las variaciones de la presión arterial diastólica, o los efectos sobre el sueño.
El Encuentro concluyó con el desarrollo de una Mesa redonda con el título “Ciudades amigables con el envejecimiento: utopía o realidad”. Los ponentes que desarrollaron las sesiones comentadas participaron, con el moderador del Encuentro y con los participantes en el Encuentro. El moderador les formuló algunas cuestiones, como la utilidad de tener en cuenta a personas con demencia como usuarios de un diseño para la longevidad, o la valoración de requisitos y retos a la hora de plantear los trabajos de arquitectos y diseñadores de espacios urbanos. Las respuestas a este tipo de cuestiones fueron muy similares por parte de los participantes, en el sentido de que el propio concepto definitorio del “diseño para todos” hace que debamos ser muy amplios a la hora de valorar la identificación de las personas a las que se dirigen los espacios que se diseñan; siempre de acuerdo con tener en cuenta a los usuarios. El simple dato epidemiológico de prevalencias de personas mayores, discapacitados, niños, etc. Hace que el “diseño para todos” deba de ser diseño “inclusivo” que contemple la existencia, también, de personas con demencia, como alto porcentaje de personas en las fases biológicas de envejecimiento. A la hora de responder a las preguntas del público asistente insistieron los ponentes en la necesidad de diseñar de modo adecuado para las personas; recomendando siempre la pertinencia de preguntas al usuario por preferencias y demandas. En general, dijeron, la gente hace peticiones tremendamente sencillas y sensatas cuando son preguntados por necesidades o cambios en los espacios urbanos comunes.
El Encuentro “Entornos, hábitat y productos de apoyo para el envejecimiento” concluyó con el resumen final que hizo el moderador, sobre las intervenciones que se habían producido a lo largo de toda la sesión, y que correspondió a lo que recoge el presente documento.
A modo de conclusiones finales del Encuentro, se citan las siguientes:
1. La aplicación del principio contenido en los términos “diseño para todos”, acuñado por la Declaración de Estocolmo, en 2004, hace que los asuntos referidos a buenos diseños en entornos y en productos de apoyo deban de ser contemplados de modo amplio, y siempre respondiendo a las necesidades de quienes los van a utilizar, en lo que hace referencia al presente Encuentro, personas mayores y personas con demencia.
2. Los entornos, los productos de apoyo y los servicios deberían estar dotados de un diseño pensado para ser útil y para no ser “per se” lesivo. Ese diseño ha de ser diverso, seguro, saludable, funcional, comprensible y atractivo.
3. Los entornos y los diseños en general para los espacios que habitan las personas con demencia deben seguir el principio de individualidad; deben contemplar la biografía de la persona, su contexto étnico cultural y sociofamiliar, así como sus específicas necesidades.
4. A la hora de plantear diseños útiles para personas mayores ha de tenerse muy en cuenta que deben facilitar su uso por los sentidos que aún no se han visto limitados. La reserva funcional debe ser la base para programar espacios cuando algunas capacidades están limitadas.
5. Un buen diseño, además de responder a necesidades y de facilitar su uso y ser accesible ha de ser un elemento más para una terapia necesaria, tanto en la demencia como en estadios previos de tipo “deterioro cognitivo leve” o para el envejecimiento normal.
6. El efecto beneficioso como terapia y estímulo de sentidos también es una cualidad de los espacios exteriores bien diseñados. Los jardines tienen tales efectos terapéuticos cuando son accesibles y se han planteado como respuestas a necesidades de quienes les utilizan.
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