Míriam Sorribas Cateura , psicóloga y terapeuta de la Residencia Sant Martí (Fundació Vella Terra) Decía José Saramago, la vejez empieza cuando se pierde la curiosidad . Y es que la curiosidad motiva, hace que nos impliquemos en el entorno, y nos permite reaprender la realidad para conseguir hacernos sentir mejor.
Las personas que padecen Alzheimer, poco a poco y a medida que la enfermedad avanza, van perdiendo conexión con todo aquello que les rodea. La percepción se ve alterada y también minimizada, con el añadido de posibles déficits sensoriales debidos a la edad.